A Cueva, é um espaço especial, segundo narra uma lenda, pois era naquele lugar que o diabo dava as suas lições. Em 1993 foi colocada a escultura de Diego de Torres Villarroel porque escreveu sobre a Cueva e provavelmente pela ciência que estudou e ensinou ligadas ao esoterismo e a leituras, certamente mal vistas pela igreja. Assim, foi a forma como conheci o autor que abaixo se descreverá.
La Cueva de Salamanca es un enclave legendario de la ciudad de Salamanca donde, según la tradición popular, impartía clase el Diablo. Dicha cueva se corresponde con lo que fue la cripta de la ahora inexistente iglesia de San Cebrián
Diego de Torres Villarroel, (Salamanca, b. 1694 - 1770) fue un escritor, poeta, dramaturgo, médico, matemático, sacerdote y catedrático de la Universidad de Salamanca.
Diego Torres de Villarroel foi baptizado em 1694 e faleceu em 1770.
Diego de Torres Villarroel, (Salamanca, 1694 - 1770) fue un escritor, poeta, dramaturgo, médico, matemático, sacerdote y catedrático de la Universidad de Salamanca.
Era hijo de un librero de Salamanca. Fue bautizado el 18 de junio de 1694.
Aprendió las primeras letras y pasó a estudiar latín en el pupilaje de don Juan González de Dios,
quien sería luego catedrático de Humanidades en la Universidad de Salamanca. Lo hizo con tal aprovechamiento que ganó tres años después una beca por oposición en el Colegio Trilingüe. Empero, su temperamento díscolo y travieso le empujó a faltar a clase, meterse en peleas, robar a otros compañeros y hurtar viandas de la despensa del colegio por lo que se ganó el sobrenombre de piel de diablo. Leyó mucho en la tienda de libros de su padre, pero sin orden ni programa alguno, aunque sentía particular afición por las matemáticas. La lectura del Astrolabium, un tratado sobre la esfera celeste del padre Cristoforo Clavius (1537-1612), le inclinó por la astrología. Otro libro llamado Tratado de la esfera, fue el que le introdujo en las matemáticas, ciencia olvidada en aquella época.
Según cuenta en su Vida, biografía muy novelada, al salir del colegio huyó de las consecuencias de sus desmanes a Portugal, concretamente a Oporto y a Coímbra, donde llevó una vida aventurera en la que fue sucesivamente ermitaño, bailarín, alquimista, matemático, soldado, torero, estudiante de medicina, curandero, astrólogo y adivino.
Esa biografía novelada haría que sus contemporáneos le atribuyesen una poderosa leyenda. Se supone que a su vuelta a Salamanca sentó la cabeza y emprendió un programa de voraz lectura de libros de filosofía natural, magia y matemáticas, y para ganarse la vida montó un pingüe negocio editorial como escritor de almanaques y pronósticos anuales bajo el seudónimo de "El gran Piscator de Salamanca", género de periodismo popular del que fue uno de los fundadores y con el que se hizo famoso, ya que mucha gente recurría a él para saber del futuro.
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Madurez, El Dr. Diego de Torres en Los desahuciados... (1736)
Imagem da Biblioteca Virtual de Miguel de Cervantes |
Wikipedia Espanhola
Um poema de Diego Villarroel do site indicado:
Ciencia de los cortesanos de este siglo
Bañarse con harina la melena,
ir enseñando a todos la camisa,
espada que no asuste y que dé risa,
su anillo, su reloj y su cadena;
hablar a todos con la faz serena,
besar los pies a misa doña Luisa,
y asistir como cosa muy precisa
al pésame, al placer y enhorabuena;
estar enamorado de sí mismo,
mascullar una arieta en italiano,
y bailar en francés tuerto o derecho;
con esto, y olvidar el catecismo,
cátate hecho y derecho cortesano,
mas llevaráte el diablo dicho y hech
Facsímile de Sueños p. 53, uma das obras de Villarroel
p. 54 - resposta:
«—Esta es –le dije– mi patria.
Esta cueva es aquella universidad donde enseñaba el diablo y donde
hurtaron la sombra a aquel marqués que se
volvió gigote*
—Antes que pasemos adelante –dijo
uno–, sepamos por vuestra merced, que es de
Salamanca, qué verdad tiene esta historia.
*“¿No has oído decir que me hice tajadas dentro de una redoma para ser inmortal?”, le pregunta el “reconstruido” Enrique de Villena al narrador de El sueño de la muerte, de Quevedo. Cuenta también la leyenda que el “marqués” de Villena burló al diablo, para no quedar a su servicio, haciéndole creer que era invisible y ocultándose en una tinaja (o redoma en otras versiones), y huyendo después tras abandonar su sombra, para que no le delatara. La leyenda de la Cueva de Salamanca, donde el demonio mismo ejercía la cátedra de artes mágicas, ha dejado una larga estela literaria (Cervantes, Alarcón, Rojas Zorrilla, etc.).»
Diabluras gastro[bar]nómicas
Após a visita à Cueva fomos procurar um local para tirar a fome própria de quem anda em constante movimento. A Plaza Mayor era talvez o destino mas no caminho encontrámos o diabluras numa esplanada em frente ao mercado, Plaza del Mercado, a 200 metros da Praça Maior. Os preços e as tapas eram bastante satisfatórios. Repare-se no nome do bar - diabluras - era o casamento perfeito com a Cueva, donde vinhamos.
Devo dizer que a sua dona,
Natividad Pérez, é uma excelente anfitriã e as tapas além de criativas
são muito saborosas.
Contou-nos que saiu de um restaurante que fazia parte do Guia Michelin por razões que a vida obrigou e abriu o
diabluras que tem tido muito sucesso. Vale bem a pena sentarmos-nos na esplanada e desfrutarmos do que esta cozinheira divinal, ao contrário do diablo, cria.
Havanos de morcela com molho de maçã: divinal!
Começámos a degustação com um primeiro prato cujo nome era arroz negro com gambão: delicioso. O segundo foi o bacalhau com ervas; o outro era frango com um molho especial, era igualmente delicioso. A sobremesa,
Textura de Chocolate é uma espécie de quente e frio com uma base de bolo. Em suma, era tudo
divinal, acompanhado com um vinho branco bem fresco, esqueci-me do nome das caves - imperdoável - mas ligava muito bem.
diabluras - Calle Pozo Amarillo 6, 37001 Salamanca, Castilla y León, España.